Bebí la sangre de la luna y brotaron de mis ojos perforados lava, polvo y los míticos signos que forman las letras. Abrí una puerta cósmica sin bisagras. El tiempo ya no sabe a tiempo; mis elixires son ahora el rugido del jaguar en la noche, el trueno, la Geometría invisible y el ébano de la tarde.
No sabía
Publicado por somacles
Como ente finito e infinito a al vez, me interesa la expresión trascendental del ser a través de sus diversas aristas que son la humanización de la realidad. Afrontar la vida y disfrutarla es mi sino. Ver todas las entradas de somacles
Impactante, melancólico y esplendido !!!